Bastiones del turismo en París, las locas noches en la discoteca, en la opera y en el teatro seducen a los viajeros venidos de todas las direcciones. Los espectáculos eróticos y las grandes velas musicales rivalizan de encanto.
Entre en el París de los Años locos al recorrer de grandes pasos los clubs de jazz dedicados a los logros de los años 60. Para impregnarse de este ambiente funky, cita en los establecimientos estrellas de la calle de Petites Ecuries. Verdadero templo del espectáculo erótico, el Crazy Horse es para mucho una parada indisociable de la estancia en París. La avenida Georges V, 12 atrae la curiosidad de todos. Las creaciones con tema hacen vibrar la gran aula ventilada sabiamente decorada en un cuadro amortiguado. Strass, lentejuelas y terciopelo forman el espectáculo alucinante descubrir aquí a lo largo del año. La calle de Montmartre diseña un recorrido de excepción para los que desean llenar de vanguardia durante una escapada a París. Los establecimientos enarbolan aquí una decoración luminosa que llena la vista de los amantes de noches festivas.
Las discotecas de París invitan a emborracharse de placer con ambientes de electro-pop o de música house. Feudo de los rótulos de envergadura internacional, el segundo distrito rebosa de lugares fuertes interesantes para pimentar el viaje de otro modo. El bulevar Poissonnière queda el privilegio de clubs nocturnos de prestigio viejos de una treintena de años. Hierro de lanza de los DJ elegidos revelaciones del año, estas discotecas invitan en la relajación total para deshacerse del estrés diario. En los días laborales, las entradas se revelan baratas que durante los fines de semana. Pero la calidad del evento está siempre presente. Las velas humor tienen su parte importante de eventos que atraen la curiosidad de los viajeros. En la calle Sainte-Croix de la Bretonnerie, los espectáculos unipersonales están siempre llenos. En esta misma calle, es siempre fácil encontrar un hotel París económico.
Este ambiente endiablado puede encontrarse optando un viaje a Madagascar. La vida nocturna de las ciudades costeras seducirá los noctámbulos de todo tipo. En Majunga, las velas empiezan siempre por un vaso y deliciosas brochetas en el bordo del mar. Es también el ambiente de la playa en Morondava o en Tamatave. En la capital, muchas discotecas y cabarets son lugares donde buena música y la carne se cohabitan para hacer feliz a los viajeros.