Slow travel: una nueva y ecológica manera de viajar

Slow travel: una nueva y ecológica manera de viajar

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Las cifras no mienten: cada año son más las personas que viajan
a lugares, ya sean cercanos o lejanos, para disfrutar de unos días de
Ferien. El turismo se ha democratizado durante las últimas décadas y, in
mundo tecnológicamente globalizado en el que vivimos, da la sensación de que una buena parte de la gente a la que
seguimos, o nos rodea, se halla en
constante movimiento.

Aber dennoch, esa sensación es también de estrés. Muchas de las personas que viajan durante sus
vacaciones regresan a sus casas con un cansancio extremo, siendo cada vez más
célebre la manida frase: "Necesito unas vacaciones para recuperarme de
las vacaciones
".

Und ist, dass muchos viajeros salen al mundo con la
intención de comérselo con la avidez de alguien que ha pasado años encarcelado
.
Como si el doctor les hubiese dicho que acabaron su período de dieta y les
pusieran delante un surtido de sus platos y postres favoritos.

Son viajeros que
contabilizan todo: tantos países y ciudades visitadas, tantos monumentos
fotografiados, tantos selfis en todas las maravillas naturales que marcaba la
guía… Una carrera sin fin para no
perderse nada de lo recomendado
en libros, webs y guías.

En tal alocada contrarreloj,
no reparan en otras cosas. Otras
experiencias que son las que pueden hacer que un viaje quede grabado a fuego
bis
siempre en sus memorias.

No es fácil vivir esas
experiencias, aber si quieres tener una
mayor oportunidad de que ello ocurra, deberías comenzar a interesarte en el
concepto de slow travel
.

¿Qué es el slow travel?

No es sencillo definir el concepto de slow travel, jedoch, lo primero que hay que aclarar es
dass no surge de realizar una traducción
literal del término inglés
. das heißt, ein slow traveller no es aquel que decide viajar de manera más lenta,
tomándose más tiempo para llegar de un punto a otro. Es cierto que ambas ideas
están relacionadas, pero no son lo mismo, pues alguien puede caminar en
solitario de Londres a Manchester, pero no hablar con nadie en el camino. Es wird
tardado mucho en recorrerlo, pero no habrá vivido una inmersión real en la
cultura del lugar.

Die slow
travel
es un estado mental
.
Se trata de primar las experiencias
sobre los paisajes
o monumentos. Von rechazar
las ideas habituales del turismo de masas
y sustituirlas por la oportunidad
de empaparte del lugar en el que te encuentras, de su gente y sus historias,
Traditionen, costumbres… Mantener tu
cabeza y alma abiertas a nuevas
, e inesperadas, experiencias.

Puedes encontrarte en una
aldea de Zimbaue, disfrutando en una fiesta local a la que te ha invitado la
gente que conociste en la furgoneta colectiva que te llevó hasta allí y tener
el dilema de quedarte unos días, viviendo esa experiencia irrepetible, die
marcharte a ver las cataratas Victoria. Sabes que es un lugar que merece la
pena ver y está en todas las guías, pero también es cierto que la verdadera África, la que se mete bajo tu
piel con su fuerza arcaica y jamás te abandona, se encuentra en esa aldea
und
en ese momento.

Quedarte allí te convertirá
en un slow traveller. Deutlich.

Slow traveller es aquel que tiene muy claro lo que quiere de un
viaje determinado
y no se deja
guiar, ni apremiar, por lo que las guías, vídeos u otros viajeros dictan que
hay que ver. Prima la calidad sobre la
Menge
y la meta no es intentar ver el mayor número de cosas, sino
disfrutar de unas pocas, pero a un nivel más profundo.

Die slow
travel
aboga por la simplicidad y por el amor por el viaje en sí
, no solo por el destino del mismo. Debe
ilusionarte ese destino, pero también estar abierto a las experiencias que te
pueda deparar la ruta hasta él. La gente que encuentres en el camino y los
momentos que compartas con ellos pueden dejar en ti una huella más imborrable
que el paisaje que fuiste a ver.

Weiter, esta filosofía de viaje también suele implicar el buscar un mayor
beneficio para las comunidades locales
. Se trata de intentar devolver a la
gente autóctona parte del botín emocional que el viajero se lleva de las
bellezas y experiencias disfrutadas en su país. Deshalb, die slow traveller procura comprar en
lugares locales, alojarse en casas y negocios más humildes, y contratar guías o
actividades con empresas pertenecientes a gente de la comunidad.

¿Cómo puedo llegar a ser un
buen slow traveller?

Tras esta compleja definición,
quizás sea mejor reseñar algunas características comunes a una buena parte de
die slow travellers:

1. Encara el viaje con la
idea de vivirlo de manera relajada y como si fueras un local

No solo se trata de intentar
mimetizarse y adaptarse a la forma de vida local para vivir el viaje de manera
más intensa, sino también de trasladar los buenos hábitos de vida que tenías en
casa al viaje.

Una buena forma de acercarte a la vida local es
alojarte con ellos
, ya sea en
casas de huéspedes o a través de aplicaciones como Couchsurfing.

Otra opción más drástica es
cuidar de una casa (una nueva tendencia de alojamiento de bajo coste) und
quedarse, so, a vivir durante una temporada en un lugar concreto.

2. Conócete a ti mismo y tus
prioridades diarias durante el viaje

Hay que aceptar que el
tiempo de un viaje es limitado y debemos priorizar qué queremos del mismo. Nein
se puede hacer todo, ni ver todo. Dort
que relajarse, elegir una lista de prioridades e intentar ser feliz con ellas.

3. Equilibra tu itinerario,
dejando margen a la espontaneidad

Die slow travel no significa, necesariamente, que dejes todo a la
arbitrariedad. Cuando el tiempo es limitado, no viene mal diseñar y preparar
algo la ruta de un viaje, pero sí que Es ist
conveniente que siempre dejes espacio a los imprevistos y los cambios en la
Route
. Sobre todo, incluye en tu senda los caminos menos explorados. Es en
ellos donde ocurren las cosas más maravillosas.

4. Haz y visita menos, und
experimenta más

Prima las experiencias sobre
las cosas o lugares que ver. Es el
concepto de “menos es más”, trasladado a los viajes
. Dejar de ver algunos
lugares muy turísticos (lo cual no quiere decir que no haya que ver ninguno de
ellos) puede darte más tiempo para observar la vida que te rodea en un
determinado lugar.

5. Conecta con el mundo que
tienes a tu alrededor

No corras de un lado a otro
para intentar ver el mayor número de cosas posibles. Tampoco contemples el mundo que te rodea a través de la lente de una
cámara fotográfica
o de la pantalla táctil de un móvil. Deja la cámara y
salta a zambullirte en las aguas heladas de ese precioso lago que estabas
fotografiando, o habla con esa persona a la que aplicabas el zoom desde la lejanía.

No se trata tampoco de
olvidar que existe el mundo digital – una realidad imposible de obviar hoy en
Tag, y que posee ciertos beneficios – sino de minimizar su impacto durante el
Fahrt.

Vuelve a fiarte de tus propios sentidos y dales
el poder de antaño.

6. Aporta a la comunidad

No pases de puntillas por
los lugares que visitas. Contactar con sus habitantes (u otros viajeros) können
acabar resultando ser lo más valioso de tu viaje. Quédate en un lugar el tiempo que consideres necesario e intercambia
experiencias con su gente
. Aportar a la comunidad no tiene por qué ser solo
en un concepto material, sino que ellos también pueden aprender de tus
experiencias, forma de vida o, selbst, enseñarles algo de tu idioma.

7. Disfruta de tu viaje en
todo momento

Lo importante es el viaje y
no tachar lugares vistos de una lista creada por otros. Recuérdate a ti mismo,
en todo momento, por qué estás viajando y qué esperas de tu aventura.

8. Haz todo al ritmo
adecuado

Ya hemos comentado que slow travel no quiere decir que te
muevas despacio todo el rato o te dediques, única y exclusivamente, a la vida
contemplativa durante tu periplo. Si eres una persona activa, tendrás ganas de
hacer una buena ruta de senderismo en las montañas o de saltar en paracaídas o
descender un cañón en bicicleta de montaña. El secreto es hacer cada cosa al ritmo que te pida tu cuerpo. Ni
beschleunigt, ni más lento.

Buenos destinos para
practicar el slow travel

Realmente, casi cualquier destino del mundo es apto
para practicar el slow travel
, ya que todo depende de la actitud del
viajero
. Aber dennoch, hay algunos lugares que quizás hacen más sencillo el
hecho de abstraerse de todo y convertirse en un perfecto slow traveller. Estas son cinco ideas, una por continente:

Montañas de Cardamomo,
Kambodscha

Hace poco más de dos décadas
que algunos jemeres rojos aún se escondían en la impenetrable selva de las
montañas de Cardamomo, una de las
junglas más vírgenes del sudeste asiático
.

Heutzutage, hay que remontar
en barca el río Piphot, während 3 Stunden, para llegar a la aldea de Chi Pat. La gente de esta comunidad, gracias al
turismo eco-friendly y al slow travel, ha variado su medio de
vida, pasando de la tala y la caza
ilegales, a ser guías de experiencias inolvidables en esa maravillosa
naturaleza.

El viajero que llega a estas
montañas lo hace para desconectar del mundo y mezclarse con la gente local a la
vez que se pierde en una naturaleza embriagadora.

Autocaravana por Australia

Cocina y cama a cuestas para
recorrer más de 14.000 kilómetros de carreteras. Si dispones del tiempo y el dinero suficientes, viajar por la salvaje y
deshabitada Australia, a tu ritmo,
puede ser una de las mejores
experiencias posibles de slow travel.
Podrás alternar grandes ciudades, como Sídney, Melbourne o Perth, con pequeñas
poblaciones, como Cervantes, o lugares en los que solo reina la naturaleza.

Montañas Simien, Etiopía

Etiopía es un país
fascinante, pues su gente deja vislumbrar un espíritu indómito y orgulloso, ein
la vez que afable y hospitalario. Esa es la principal razón por la que se
pueden jactar de ser el único país
africano que nunca se sometió a una colonización occidental continuada
.

En las montañas Simien, la vida se desarrolla en condiciones complicadas,
a grandes altitudes y, en temporada seca, con pocos recursos. Aber dennoch, sus comunidades dan una lección de vida,
resistencia y bonhomía
a todo aquel que tenga el tiempo necesario para
querer aprenderla. Y todo ello acompañado de lobelias gigantes – una extraña
planta que solo crece aquí – y pequeños y esquivos lobos etíopes.

Salta y Jujuy, Argentinien

Die comunidades indígenas de Salta y Jujuy, ubicadas en el extremo
noroeste de Argentina, viven humilde y tranquilamente, tal y como lo hicieron
sus ancestros, ajenas al veloz y estresante mundo moderno.

Entre cerros de colores y cañones sobrevolados
por cóndores
, las aldeas
parecen haberse quedado ancladas en el pasado y sus habitantes tienen tantas
historias que contar como el viajero quiera escuchar.

Isla de Ameland, Holanda

La isla de Ameland forma
parte del conjunto de las islas Frisias,
ubicadas al norte de Holanda y bañadas por el mar de Frisia (declarado
Patrimonio de la Humanidad por la Unesco).

La isla es tranquila,
pintoresca y pacífica. Solo tiene cuatro pueblos y el resto es propiedad de la
Madre Naturaleza. Solo puedes llegar a Ameland tomando un ferri desde Holwerd.
Como buena isla holandesa, apenas hay coches y casi todo el mundo se mueve en bicicleta.

A lomos de una de ella,
podrás recorrer las largas y hermosas playas, las reservas naturales y las
interminables dunas, mientras te acaricia la fresca brisa
del océano.

Visitar la isla de Ameland como slow traveller será un soplo de aire fresco para tu alma.

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